Desde nuestra consultoría de recursos humanos en Valencia, se ponen de manifiesto algunas consecuencias derivadas de la mala gestión del tiempo en el ámbito laboral, con el objetivo de tomar conciencia y trabajar para mejorar el rendimiento y eficiencia.
Algunos agravantes de la mala gestión del tiempo
Siendo una cuestión que afecta a un gran porcentaje de personas en el ámbito laboral, la mala gestión del tiempo se plasma en diversos problemas, que pueden ser solucionados si se identifican con tiempo suficiente.
Para empezar, una persona que no gestiona bien el tiempo debe tener cuidado al planificar su jornada en base a unos check-lists de tareas a realizar, pues pretender abarcar demasiado redunda en agobio para el trabajador y en una pérdida de eficiencia.
Además, vivir conectado al correo electrónico no mejora el rendimiento, pues se trata de una fuente continua de distracciones y estrés, por lo que conviene revisarlo en momentos puntuales del día.
Una clásica característica de aquellas personas con problemas para gestionar el tiempo es que no se dan cuenta de en qué lo emplean; para solucionarlo, existen herramientas digitales como Toggl, que hacen un seguimiento de las horas y trabajo realizado.
Ser demasiado perfeccionista acaba repercutiendo en la mala gestión del tiempo, en tanto que se aplique un exceso de perfeccionismo a cada aspecto del trabajo diario, e impida ser eficiente en la realización de tareas que no requieren ese nivel de detalle.
Finalmente, intentar acaparar demasiadas tareas a la vez no es eficiente. No es lo mismo que un trabajo requiera ser versátil y realizar actividades muy variadas, multitasking, que realizarlas todas al mismo tiempo.
En definitiva, las personas que tienden a caer en una mala gestión del tiempo deben luchar contra los ladrones de tiempo, tan diferentes como el exceso de perfeccionismo en el desarrollo de las tareas o la revisión constante del correo eléctrico.