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El valor para sostenerse en el caso de eventos disruptivos es una habilidad que no poseen todas las personas, ni todas las organizaciones. Todos conocemos ejemplos de desplome luego de circunstancias adversas, e incluso los hemos atravesado a nivel personal o en nuestro entorno laboral.

 

Salir fortalecido de una experiencia extrema es una capacidad que solo es posible saber si se tiene viviendo la situación adversa. Sabremos si pertenecemos al 30% de personas en el mundo que se hacen más fuertes luego de las dificultades, lamentablemente, después de atravesarlas. No es posible de otra manera.

 

Lo que si es posible es entender cómo funciona el mecanismo de la resiliencia en la mente humana, entrenarse para sobreponerse a los golpes con esta capacidad y aplicarla a la organización.

 

¿Cómo funciona la resiliencia?

Hace apenas unas cuatro décadas se investiga científicamente la resiliencia, los resultados revelan que es una conducta humana adquirida que acelera la recuperación de la especie. Norman Garmezy, investigador de la Universidad de Minnesota, reveló que un grupo de hijos de padres esquizofrénicos no sufrían enfermedades psicológicas debido a que la resiliencia desempeñaba un papel importante en su salud mental.

En Boston, el investigador Maurice Vanderpol habló del término “escudo plástico” que funcionaba como una barrera en los sobrevivientes de los campos de concentración del Holocausto. El escudo estaba compuesto por la capacidad de formar vínculos, el humor y el sentido crítico.

En Minneapolis se estudió la resiliencia y la juventud, en relación con los niños se descubrió recientemente que los más resistentes son aquellos capaces de conseguir que los adultos los ayuden con facilidad y, en el caso de jóvenes resilientes, habitantes de barrios urbanos, tienen capacidades atléticas que atraen personas con su perfil hacia ellos cuando están en problemas.

La mayoría de los estudios hechos con personas altamente resilientes luego de eventos desafortunados convergen en tres puntos:

  • Las personas resilientes aceptan la realidad tal cual es.
  • Las personas resilientes están convencidas de que la vida tiene sentido.
  • Las personas resilientes poseen una gran habilidad para improvisar.

Entonces, ¿es posible adquirir las habilidades de un sobreviviente del holocausto o la capacidad de resistencia del sobreviviente de un terremoto que lo ha perdido todo? Sí, es posible. Millones de personas lo hacen a diario, es posible recuperarse luego de un evento traumático, un gran contratiempo, o una pérdida. No a todos les toma el mismo tiempo ni cuentan con las mismas herramientas, pero es un hecho que, para que el mundo convulsionado en el que vivimos siga en marcha, hay muchas personas y organizaciones sobreponiéndose a las adversidades diariamente.

 

Organizaciones resilientes

El sicólogo austriaco sobreviviente de Auschwitz, Viktor Frankl, al analizar las respuestas humanas a situaciones límite concluyó que todos estamos capacitados para manejar la adversidad. Vale la pena recordar su irrebatible frase: “El hombre que se levanta es aún más fuerte que el que no ha caído” para hacer conciencia de que el concepto de resiliencia es aplicable a circunstancias socioeconómicas, familiares y laborales y que, en todos los casos, es una caja de herramientas para desarmar los más complejos problemas.

 

En la ingeniería y la física se originó el concepto de la resiliencia para nombrar a la propiedad de algunos materiales de regresar a su estado original luego de un impacto, bien sea de forma natural o con ayuda de herramientas.

 

Tanto en el nivel personal como en el empresarial, esas herramientas que potencian la resiliencia están relacionadas con la habilidad para improvisar, la capacidad de solventar obstáculos a medida que aparecen, la capacidad de aprender de los errores o administrar las victorias.

 

Una organización resiliente es aquella capaz de responder rápidamente luego de una eventual interrupción del negocio, proteger a los colaboradores, a los clientes y a sus activos, sin detener las operaciones comerciales continuas y, en caso de que sea inevitable, retomarlas con nuevas y renovadas fuerzas.

 

Claves para organizaciones resilientes

  • Saber cuánto puede doblarse antes de romperse. La flexibilidad es una herramienta de las organizaciones resilientes que consiste en adaptarse a los cambios de forma práctica, eficaz y planificada, sin estresarse ni echar por la borda todos sus objetivos luego de un evento disruptivo.

 

  • Comprender las vulnerabilidades. Identificar las debilidades de la organización permite contar con una evaluación de las amenazas previsibles para reaccionar de manera oportuna. En una organización resiliente, sus miembros reconocen los riesgos potenciales de sufrir ataques y cuentan con evaluaciones de vulnerabilidad para hacer que sus entornos sean más seguros en cualquier circunstancia.

 

  • Reconocer nivel mínimo aceptable de operaciones. Una decisión inteligente y resiliente es centrar la atención en cómo puede permanecer en el negocio en cualquier circunstancia, sin quejarse porque no está en la situación ideal. Ningún problema ha sido resuelto en la historia de la humanidad con quejas, son las acciones las que solucionan las situaciones complejas.

 

  • Aceptar la situación difícil. Todos los miembros de una organización resiliente reconocen la situación complicada y se centran en dar soluciones. Ningún miembro deberá estar ignorante del evento disruptivo porque esto sería una debilidad.

 

  • Valorar recursos y capacidades. Procure dar valor a lo que funciona durante la situación adversa, valore lo que queda en pie luego del impacto. Un autoconcepto positivo da confianza para avanzar en las soluciones.

 

  • Solución de problemas. Las organizaciones resilientes ven los problemas como pruebas y todos sus miembros colaboran para salir de la situación adversa de una forma positiva, atrevida y creativa. Resuelva problemas de pequeños a grandes con una mentalidad sistémica y un liderazgo adaptable.

 

  • Asumir responsabilidades. Una de las virtudes de la personalidad resiliente es la asunción de responsabilidad con lo que depende de uno mismo. ¿De qué variables internas dependen sus éxitos y sus fracasos?. De igual modo, ocurre a lo interno de una organización resiliente, se avanza hacia soluciones cuando sus miembros se responsabilizan al enfrentarse a un reto y cambian para mejorar ante futuros problemas.

 

  • Construir una organización ágil. La resiliencia en la organización posibilita toma de decisiones más rápida y basada en datos, para facilitar que los líderes y los equipos prueben, aprendan y se ajusten a raíz de los nuevos desafíos: declive de los mercados, coletazos de la pandemia global, desgaste del talento, guerra en Ucrania, crisis en la cadena de suministros, etc.

 

En Talenmo trabajamos para analizar las condiciones cambiantes del entorno económico de la región y estamos conscientes del desafío a la resiliencia que implican los tiempos actuales, por ello diseñamos planes de formación que fomenten la capacidad de manejar las circunstancias adversas con éxito.

Si deseas más información sobre planes de formación en Resiliencia, no dude en ponerse en contacto con nosotros en la dirección comunicacion@talenmo.es