35 habilidades de liderazgo y competencias clave en 2022
¿Qué tipo de competencias necesitan desarrollar los líderes actuales? ¿Cómo son los cerebros de los grandes líderes? ¿Cuál es el nuevo papel del manager? ¿Tenemos los líderes que necesitamos? ¿Cuáles serán las habilidades de liderazgo imprescindibles en el futuro?
Necesitamos hacernos todas estas preguntas para reflexionar sobre qué tipo de liderazgo nos va a ayudar a crear organizaciones más eficientes y competitivas.
En Talenmo llevamos un tiempo observando cómo la validez del líder clásico toca a su fin. Algunas empresas se resisten a implantar nuevos modelos inspirados en las formas e ideales de trabajo actuales. Pero estamos notando cómo las que lo hacen obtienen increibles resultados en todas las métricas importantes.
El liderazgo tiene que ver con la capacidad de influir. Y solo podemos influir en los demás cuando lo hacemos desde nosotros mismos. Es por eso que el liderazgo personal es tan importante. Los líderes inspiradores tienen un cerebro equilibrado que usa sus hemisferios de forma proporcional: el creativo-emocional (derecho) y el lógico-racional (izquierdo).
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35 habilidades de liderazgo para el presente y el futuro
Hay muchas competencias clave que deben poseer los líderes. Algunas surgen del hemisferio derecho, algunas emanan del izquierdo y otras se dan en la intersección de ambos. Las principales habilidades de liderazgo que convierten a alguien en un profesional preparado para encabezar un proyecto y enfrentar los retos actuales son:
1. Capacidad de innovación. La velocidad a la que se producen los cambios provoca que las empresas se queden rápidamente atrás si no disponen de procesos y herramientas propiciadores de innovación. Los líderes de 2022 en adelante deberán incluir la innovación como una prioridad en sus proyewctos. El futuro es digital, por lo que el líder deberá no solo tener una mente innovadora, sino también saber convocar, captar y retener el talento en la organización.
2. Flexibilidad y gestión del cambio. En el entorno VUCA actual, el mercado es voluble y se hace necesaria una continua adaptación a los cambios que se producen en él. La incertidumbre generada por la volatilidad de la economía y los cambios acelerados de la tecnología obligan a las empresas a tomar decisiones importantes continuamente. A su vez, esto provoca la necesidad de diseñar estructuras organizacionales y procesos de trabajo más adaptables y flexibles. Un buen líder debe desarrollar modelos de liderazgo ágiles que puedan guiar a los equipos en la resolución de los problemas que surgen constantemente. Esto incluye tomar responsabilidades en la implantación de cambios en la organización y ser capaz de mantener la cohesión de los equipos a la vez que se avanza hacia la transformación digital, organizacional y cultural.
3. Resiliencia y gestión de la adversidad. La adversidad se supera poniendo el foco en uno mismo y sus posibilidades (lo que tiene y lo que puede hacer con lo que tiene). Una de las principales habilidades de liderazgo en los tiempos que corren es tener la capacidad de saber lo que hay que hacer con lo que se tiene para confrontar los problemas y obtener soluciones viables. La resiliencia es la competencia de los líderes que saben cómo sobrevivir a momentos difíciles y reinventarse ante realidadades complejas. Y para tenerla, es imprescindible desarrollar hábitos cognitivos, emocionales y de conducta. Los líderes resilientes tienen la particularidad de poder prever crisis y saber cómo reaccionar a ellas de forma efectiva y práctica.
4. Pensamiento crítico. De todas las características de un buen líder, quizá la capacidad para la reflexión crítica es una de las más primordiales. Esto es básico para poder comprender e identificar dónde están los campos a mejorar y obtener aprendizajes útiles.
5. Integración de equipos. Es la capacidad de dirigir los equipos de forma que interaccionen entre ellos y colaboren de la mejor forma posible para la obtención de logros. O dicho de otro modo, la habilidad de crear entornos colaborativos en los que se fomente la participación y la creatividad. El trabajo en equipo no es la suma del trabajo individual de cada integrante. Un equipo que trabaja unido y de forma coordinada multiplica sus resultados. Según algunos estudios, más del 80% del éxito de un equipo depende del trabajo en conjunto entre sus miebros y solamente un 20% se debe a la realización individual de tareas.
6. Visión estratégica. El líder debe pensar en el futuro e idear las estrategias para que la organización prospere. Para ello ha de definir prioridades a corto, medio y largo plazo y ser capaz de elaborar una planificación estratégica eficiente. También es esencial lograr alinear e implicar a todos los miembros de la empresa en la cultura organizacional y los valores de la organización.
7. Dar ejemplo. Un líder adecuado para las organizaciones que vienen debe predicar necesariamente con lo que él le exige a sus empleados. Además, deberá poseer como valores como la solidaridad, la cercanía, la humildad o la valentía para contagiar ese mismo espíritu en sus colaboradores. Servir como ejemplo de conducta legitima al líder y hará que su plantilla tienda a seguir esos mismo cánones. El liderazgo debe surgir del comportamiento. Dirigir, en el contexto actual, es enseñar actitudes y aptitudes poniéndolas en práctica. Las personas necesitan creer en lo que se les dice para asumir esas mismas conductas. En definitiva, el líder debe ser la primera persona que cumpla con las medidas y prácticas que requiere en su equipo.
8. Toma de decisiones basadas en el conocimiento. En la era de la información, ya no vale con tomar decisiones basadas en la intuición o la experiencia. Es capital tomarlas procesando la ingente cantidad de datos que somos capaces de obtener. Los directivos y jefes que quieran tomar buenas decisiones deben omitir la mayor parte de sus sesgos y distorsiones cognitivas. El liderazgo del futuro requiere una gran capacidad analítica para extraer las conclusiones adecuadas a partir de los datos adecuados. La era de la ifnformación debe dar paso a la era del conocimiento.
9. Pragmatismo y eficiencia. La viabilidad de las empresas depende, entre otras muchas cosas, de la efectividad y la eficiencia con la que cumplen objetivos de corto y largo plazo. Un líder eficiente, para serlo, ha de ser práctico. Eso significa que ha de saber gestionar el recurso más escaso: el tiempo. Eso abarca muchas cosas, desde una adecuada calendarización de reuniones hasta la planificación de los proyectos y su desarrollo. Además, en el transcurso del tiempo, el líder debe ser capaz de discriminar lo prescindible de lo imprescindible, ya que en muchas ocasiones el tiempo es limitado. Y en la selección de lo imprescindible, no puedes errar el tiro.
10. Liderazgo en red. Las estructuras jerárquicas tradicionales están perdiendo toda su capacidad para generar un trabajo eficiente y ágil. Las empresas con organigramas clásicos cada vez son menos competitivas. Es por ello que una de las habilidades de liderazgo más importantes ahora mismo es saber identificar qué falla a nivel de funcionamiento global y diseñar estructuras que permiran un funcionamiento óptimo. Las organizaciones deben ser cada vez más transversales, flexibles, colaborativas y ágiles. Una misión clave de los líderes será conectar el conocimiento disperso que se encuentra en la organización para que todos los miembros puedan tomar mejores decisiones y ser más eficientes en su trabajo individual y colectivo.
11. Habilidades de comunicación. Las capacidades estratégicas, analíticas, de innovación y de visión empresarial caen en saco roto si no eres capaz de transmitir de forma eficaz y clara a tus equipos la información que necesitan. Un líder ha de saber explicar y darle sentido a sus ideas, a veces a través de relatos creíbles, honestos y emocionales y otras veces a través de explicaciones rigurosas y bien argumentadas.
12. Sentido de la empatía. Es decir, la capacidad de ponerse en el lugar de los demás, entender sus preocupaciones y dar solución a sus problemas. Todo ello redunda en una mayor probabilidad de lograr los objetivos de la organización. Se trata de una de las habilidades de liderazgo más infravalorada y desatendida, ya que los directivos y fundadores de las empresas suelen estar demasiado centrados en desarrollar otro tipo de cualidades relacionadas con la productivdad y la eficiencia. Sin embargo, conectar con las necesidades, expectativas, miedos y dudas de las personas aporta una ventaja competitiva enorme. Al sentirse escuchadas, comprendidas y atendidas, las personas se sentirán más respaldadas por la organización y aumentará su compromiso. Y no hay nada más valioso para una empresa que una persona comprometida con la misma. Además, empatizar con los empleados y socios ofrece la oportunidada de introducir mejoras de aspectos como el bienestar, el clima laboral y la motivación.
13. Habilidad para establecer vínculos cercanos. La forma y el cómo se comunican las estrategias y planes de una empresa es fundamental para mantener cohesionados y motivados a los equipos. En contextos tan desafiantes como los actuales los y las líderes tienen que trasmitir tranquilidad y marcar el camino, escuchando las distintas voces, pero tomando la responsabilidad de asumir decisiones de alta presión. En este marco, es central incrementarla interacción para generar vínculos cercanos(verticales y horizontales) con cada una de las áreas de interés dentro de la compañía. En el caso de las industrias, esta interacción es especialmente recomendada para integrar a los representantes de los gremios involucrados en cada fábrica, como aliados estratégicos para enfrentar a las situaciones y desafíos generados por la pandemia. Desarrollar liderazgos ágiles tendrá impacto directo en los resultados de las empresas y su capacidad de sobrellevar con éxito esta crisis.
14. Capacidad para motivar a los equipos. Los trabajadores de hoy en día ya no buscan un trabajo que simpemente les pague las facturas. Buscan proyectos que se ajusten con sus expectativas, tanto profesionales como vitales. Por ello, el rol del líder actual debe estar orientado a ofrecer experiencias profesionales transformadoras, enriquecedoras y satisfactorias. El o la líder deben saber inspirar y canalizar la energía y el potencial de sus compañeros, con el fin de conseguir objetivos. Poner en funcionamiento el liderazgo y la motivación permite crear equipos de trabajo cuyo efecto multiplicador logrará sinergias productivas. En una época cargada de desazón, ansiedad y falta de perspectivas ciertas de futuro, la habilidad de motivar a los demás es un diferencial de alto valor estratégico. Para lograr una mayor motivación, los y las buenas líderes son capaces de crear un entorno que anime a todos los miembros de su equipo a desarrollar sus habilidades y su imaginación, de manera que contribuyan con su sello personal al proyecto común y la visión de la empresa. Buscar la mejora continua mejorando el desempeño de los miembros de sus equipos, también es central. Los equipos están motivados por un impulso hacia un objetivo común. El líder de un equipo debe ser un apasionado del objetivo, creando unidad entre su equipo para trabajar juntos.
15. Perspectiva diversa en la gestión de equipos. En tiempos donde las estadísticas de igualdad de género son preocupantes, numerosas evidencias en empresas de todos los tamaños muestran que la diversidad (de género, edad, discapacidad, sexual) potencia la productividad y competitividad de las organizaciones. Las habilidades de liderazgo requieren también tener la visión de una empresa diversa y plural en la que interaccionen múltiples realidades, culturas, identidades, hábitos e inclinaciones.
16. Vocación de servicio. Este es uno de los grandes cambios de paradigma. Hasta ahora, los líderes se caracterizaban únicamente por dirigir. Aunque parezca un contrasentido, es necesario que los líderes tomen un rol menos directivo y se centren en darle al equipo lo que necesita para alcanzar los resultados esperados. Su capacidad de liderazgo tiene que basarse en estar a disposición del equipo, no solo que el equipo lo esté para él. Y más que tomar decisones, un buen líder debe validar decisiones. Estar al frente y responsabilizarse, pero desde una posición dialogada y consultiva.
17. Honestidad y transparencia. La verdad siempre debe ser la mayor arma de un líder. Si bien la realidad puede ser muchas veces dolorosa o molesta, esconder ciertas cosas puede complicar muchas situaciones.p
18. Saber delegar. Tener habilidades de liderazgo no significa tener que encargarte de todo. El liderazgo requiere delegación. Cuando los líderes confían en su equipo para completar lo que se les asigna, fomenta la moral positiva y el respeto mutuo. Un líder no puede hacer todo solo. Pensar esto, es algo irrealista. Por lo que un buen líder necesita dejar solos y confiar en sus colaboradores para que el trabajo en equipo sea eficiente. Debe dejar de un lado el liderazgo intrusivo o micromanagement.
19. Incentivar una buena comunicación. La falta de comunicación es la responsable del fracaso de muchas operaciones en las empresas. Así que incentivar una de utilidad es una de las maneras más sensatas de cultivar el éxito.
20. Servir de inspiración al grupo. Un grupo estará desanimado si se encuentra frente a la falta de motivación. El rol del líder está diseñado en parte, para inspirar y transmitir pasión a sus colaboradores.
21. Fomentar una vida equilibrada. Una persona que vive solo para trabajar, nunca dará el 100% de lo que es capaz en el trabajo. Esto porque carecerá de energía. En cambio, aquellas personas que logran un correcto equilibrio pueden aumentar su productividad a grandes niveles. Es así como un líder debe asegurarse de que su equipo sea capaz de vivir un buen equilibrio entre su trabajo, vida personal o social. Puedes aprender a hacerlo poniendo en práctica el método 80/20. 32. Para ello debe saber fomentar los buenos hábitos. Para que un proyecto sea exitoso, hace falta que sus colaboradores también sean felices y productivos, y la clave está en el fomento de los buenos hábitos de vida. Ayudarlos a que tengan una vida más sana y estable siempre.
22. Alinear al equipo: Un equipo debe estar enfocado en una meta a largo plazo (misión), pero marcando objetivos realizables a corto plazo. Es el líder nuevamente el encargado de esta tarea.
23. Capacidad de valorar y reconocer los logros. Las personas que hacen bien su trabajo o que alcanzan metas deben ser recompensadas, dárles crédito para que se sientan motivadas y su confianza aumente. Para que un líder aprecie un logro no tiene que ser uno colosal, sino que también aquellos logros pequeños deben ser reconocidos. Aunque sea pequeños o modestos es bueno hacer esto.
24 Compartir el conocimiento. Un buen líder debe fomentar el desarrollo profesional y el crecimiento personal de sus colaboradores. Transmitir sus habilidades de liderazgo. Implementar herramientas de formación y difusión dela información. Conseguir que sus colaboradores y empleados alcancen su máximo potencial.
25. Ser un guía. Un líder nunca deberá actuar como un jefe, mucho menos ejercer influencia usando el poder y la intimidación como herramientas principales. Hay que saber diferenciar entre guiar e imponer.
26. Posición neutral y equitativa. Los favoritismos no deben existir en un ambiente sano de trabajo, mucho menos por parte del líder. Es por esto que uno debe enfocarse siempre en demostrar que a todos los colaboradores se les trata por igual, sin ninguna clase de distinción.
27. Responsabilidad. Es importante que los líderes se responsabilicen a sí mismos y a sus equipos por el trabajo del que cada uno es responsable. La propiedad es una parte clave del liderazgo.
28. Escucha activa. Los líderes deben escuchar los comentarios y las opiniones de los miembros del equipo y analizar en profundidad las causas y explicaciones de dichas impresiones. Como parte de este proceso, deben aprender a hacer las preguntas correctas para identificar la información oportuna. Eso les permitirá conectar mejor con sus equipos y mejorar la situación de los trabajadores en la empresa.
29. Colaborar y saber rodearse. Ningún líder que vaya por su cuenta es un auténtico líder. En la propia definición de líder se encuentra la necesidad de tratar con los grupos y cooperar. Liderar es ser la punta de una lanza que es activada por un montón de piezas y engranajes. Por lo tanto, es fundamental generar una relación de confianza con los socios, colaboradores y empleados de los que dependen dichos mecanismos. Liderar es conseguir que muchas personas se asocien en torno a un objetivo común.
30. Mentalidad enfocada al crecimiento. Y no solo en términos cuantitativos, sino también cualitativos. A los líderes les va bien cuando adoptan una mentalidad de crecimiento. Las circunstancias a menudo cambian desde que surgió un proyecto, desafío o problema. Los líderes deben tener en cuenta que la tecnología puede haber evolucionado o que pueden haber surgido problemas personales para su equipo. Si pueden mantener una mentalidad de crecimiento y están dispuestos a adaptarse, por lo general pueden mantener el proyecto en marcha, incluso si es necesario hacer ajustes.
31. Paciencia. Un líder impaciente solo genera crispación, falta de comunicación y exceso de presión, lo cual deriva en una baja calidad en el desempeño del trabajo. Es importante que los líderes sean pacientes y que , en vez de generar urgencia, dediquen sus esfuerzos a ofrecer soluciones que aumenten la agilidad de los equipos.
32. Resolución de problemas. Entre las habilidades de liderazgo más importantes se encuentra la capacidad para la resolución de problemas. Es un concepto que se puede aplicar a infinitas situaciones. Se plasma en las acciones que el líder toma para solucionar problemas que impiden mejorar al grupo. Supone tener la facultad de sortear obstáculos y evitar que las interrupciones y retrasos se prolonguen en el tiempo.
33. Respeto. Los grandes líderes tratan a sus equipos con respeto, ganando respeto a cambio. Valoran la retroalimentación y quieren escuchar las opiniones de sus compañeros de equipo.
34. Autoconciencia. Muchos líderes son líderes porque expresan las habilidades y los conocimientos necesarios para un determinado rol en una organización o especialidad. Consideremos a los autores o los oradores principales. Estos «expertos» deben poseer la conciencia de sí mismos para poder concentrarse en lo que realmente saben, en lo que pueden no ser expertos y cómo aportar ese conocimiento. Está bien no saberlo todo y un líder confía en los otros expertos en la materia que lo rodean.
35. Hambre de conocimiento. Los líderes del futuro son efectivos e inspiradores cuando se mantienen informados sobre las tendencias en movimiento y los temas que lideran. Esto no solo ayuda a los líderes a perfeccionar sus habilidades de liderazgo y contribuir a sus propósitos, sino que también ayuda a inspirar al equipo a seguir aprendiendo. Estas son solo algunas de las cualidades importantes que se encuentran en los grandes líderes. Si bien todas estas son habilidades sociales o “habilidades interpersonales”, también es necesario tener sólidas habilidades técnicas en su industria al asumir una posición de liderazgo.
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