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La mejora continua de la capacidad de producir debería ser un objetivo básico en cualquier organización (y, por supuesto, en cualquier empresa). Hay muchos métodos y sistemas de mejora de la productividad, pero hay pocos que lo consigan en muy pocos pasos. Uno de ellos es el Ciclo de Deming, el cual puede serte de gran ayuda a la hora de mejorar la calidad y la productividad en tu empresa.

 

¿Qué es el Ciclo de Deming?

El círculo de mejora continua, también conocido como el ciclo de Deming, es una estrategia que busca la mejora continua de la calidad y la productividad en una empresa en cuatro simples pasos. Con este sistema se busca conseguir la excelencia en la gestión.

El Ciclo de Deming es una estrategia muy utilizada en los sistemas de gestión de calidad y seguridad de la información. Sin embargo, si se es un poco avispado, se puede utilizar también en otras áreas. Esto permite conseguir que la productividad de la empresa aumente en su conjunto y no solo en ciertos aspectos.

¿En qué se basa esta estrategia?

La estrategia circular del Ciclo de Deming se basa en la autoevaluación, en la detección de fases del proceso productivo optimizables y, evidentemente, en su optimización para conseguir resultados más eficientes y aumentar la productividad.

Así pues, el modelo de mejora continua de Deming consiste una serie de acciones secuenciales. Básicamente se pude resumir en: planificación, puesta en marcha de lo planificado, comprobación de si todo ha salido como se había planificado y toma de decisiones en virtud de lo ocurrido.

Después el círculo vuelve a empezar, de tal forma que se vuelve a crear un plan teniendo en cuenta lo aprendido. Con ello se consigue la tan preciada mejora continua, que acaba permitiendo que la empresa aumente su productividad y, con ello, su competitividad.

¿Cuáles son las 4 fases del Ciclo de Deming?

Los cuatro pasos del Ciclo de Deming son los siguientes:

  1. Plan (Planificar). En este primer paso lo que se hace es ordenar lógicamente el trabajo, creando un primer plan para solucionar un problema. Se establecen objetivos a alcanzar y se establecen indicadores de control para ver si se cumplen.
  2. Do (Hacer). Se llevan a cabo las tareas planificadas de la forma más ajustada a lo que se había decidido, y se van recogiendo datos según se va trabajando.
  3. Check (Comprobar). Una vez se han recopilado los datos de la anterior fase, se verifican los resultados y se compara con los objetivos que se habían establecido, para ver si el plan se cumplió o no.
  4. Adjust (Ajustar). Una vez se ha hecho todo lo anterior, se puede optimizar todo el proceso con pequeños ajustes.

Como puedes ver, la mejora continua de procesos es un concepto que puede dar un empujón muy importante a tu trabajo y al de tus empleados, así que esperamos que lo pongas en práctica tan pronto como sea posible y nos cuentes qué tal han ido los resultados.

Para terminar, señalar que, en los últimos tiempos, muchos expertos están sustituyendo el término “act” del último paso por el término “adjust”, lo que dota al procedimiento de una apariencia más de iteración.

Como puedes ver, el Ciclo de Mejora Continua de Deming es un concepto que puede ayudarte enormemente a mejorar el rendimiento de tu empresa y, por lo tanto, hacerla crecer. ¡Esperamos que lo apliques y nos cuentes qué tal te ha ido!

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